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Viernes sin Santo Entierro por la lluvia y una decisión estatutaria de fuerza mayor

Braulio Rodríguez preside el Vía Crucis en Santa Justa y Rufina, tras suspenderse la procesión del Santo Entierro este Viernes Santo. (Foto: Juan Antonio Navarro)


La lluvia no fue el único elemento que estuvo en contra de las cofradías toledanas este Viernes Santo. Aunque si fue la principal razón por la que no pudieron salir las procesiones previstas para este día, lo cierto es que también una decisión estatutaria obligaba a no salir de algunas sedes como fue el caso de la procesión del Santo Entierro.

    Poco antes, el Cristo de la Misericordia y la Virgen de la Caridad que salían a las 19:30 horas de la iglesia de Santa Leocadia se volvían sobre sus pasos prácticamente nada más salir. La lluvia comenzaba a arreciar y no parecía dar tregua. Tres cuartos de hora más tarde, a las 20:15 en Santa Justa y Rufina estaban preparadas para realizar su salida el Cristo del Descendimiento, la Virgen de las Angustias, el capítulo de Caballeros del Santo Sepulcro, la cofradía mozárabe de caballeros y damas de Nuestra Señora de la Esperanza de San Lucas conocida como Lígnum Crucis y la Virgen de la Soledad.

    Los faroles que portaban los cofrades del Descendimiento, los primeros en salir, estaban diSpuestos ya en la calle cuando un nuevo chaparrón se cernía sobre la ciudad, obligándoles a resguardarse en la iglesia. Sobre las 19:50 horas los hermanos mayores de las cinco cofradías del Santo Entierro decidían, reuniéndose como marcan los estatutos, dar un plazo de media hora con la esperanza de amainara el temporal.

    Media hora que entendían muchos de los cofrades que contabilizaba a partir de las 20:15 horas, coincidiendo con el inicio de la procesión. Sin embargo, no fue así ya que los minutos corrían desde el momento de la decisión, es decir a partir de las 19:50 horas. Así las cosas, a las 20:20 se comunicaba a todos los presentes que se suspendía la procesión y se esperaba la llegada del arzobispo, Braulio Rodríguez Plaza, para celebrar el Vía Crucis en el interior de Santa Justa y Rufina.


Decisión estatutaria

En ese momento dejaba de llover, pero la decisión ya estaba tomada. La única cofradía que no estuvo de acuerdo fue la de la Virgen de las Angustias. Su hermano mayor, José Romero, así lo trasladaba a sus cofrades en la misma iglesia, generando al mismo tiempo algún que otro malestar por hacer pública los detalles de la decisión adoptada por las cinco cofradías.


    "Ha sido una decisión estatutaria", le recordaron a Romero instancias eclesiásticas, apuntándole que "la mayoría es la que decide". 

 
    En cualquier caso la cofradía de la Virgen de las Angustias puede "quitarse la espina" el próximo octubre, mes en el que está prevista la celebración del Congreso Nacional que reunirá en Toledo a todas las hermandades de advocación a la Virgen en su mayor dolor, la muerte del Hijo. En esas fechas, si el tiempo no lo impide u otras causas de fuerza mayor, podrán desfilar por las calles de la ciudad en procesión.

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