Faustino Guadamillas, el talidomídico toledano con el que no se ha podido hacer Justicia "ni alemana ni española"

Faustino Guadamillas, fallecía en Polán el 3 de febrero de 2011. 

. Fue durante años cabeza visible de AVITE, después inició "una cruzada" en solitario reclamando sus derechos hasta el final de sus días. Fallecía el 3 de febrero de 2011, en su localidad natal, Polán (Toledo)

El juicio contra la empresa alemana Grünenthal que suministró la talidomida a varios países europeos, entre ellos España, durante la época de los 60 ha quedado visto hoy para sentencia en el Juzgado de Primera Instancia número de 90 de Madrid. Una querella de la Asociación de Víctimas de Talidomida de España, AVITE, interpuesta hace ahora algo más de año y medio ha llevado a la compañía farmacéutica al banquillo, pero también ha dejado por el camino a afectados que lucharon hasta la muerte por defender lo que creían de justicia. Es el caso de Faustino Guadamillas que, a los 53 años fallecía en Polán -su localidad natal- sin poder ver realizado más que su sueño, su derecho a una vida mejor. 

    Guadamillas fue durante años al cabeza visible de AVITE, organización que abandonó debido a las diferencias que mantenía en cuanto a su gestión. Aún así decidió iniciar en solitario una lucha que, finalmente, no pudo concluir con éxito. El 3 de febrero de 2011 fallecía de un inesperado ataque al corazón. 

    Y lo más asombroso de su historia es que no llegó a formar parte de los 23 afectados reconocidos por las autoridades sanitarias; es decir, no fue "víctima oficial", según el protocolo clínico que se desarrolló en 2006 para determinar qué personas se habían visto afectadas por este fármaco. Llegado a este punto cabe precisar que llegó a pasar todos los exámenes médicos del Centro de Investigación de Anomalías Congénitas del Instituto Carlos III de Madrid y, es más, fue considerado como uno de los talidomídicos más severos de España. Nació sin extremidades superiores ni inferiores. "¿Qué más pruebas quieren viendo mi cuerdo?", llegó a manifestar en su día a los medios de comunicación locales.

No fue reconocido nunca "víctima oficial"

Sin embargo, quedó excluido por no poder presentar recetas y partes médicos de sus primeros meses de vida, que pudieran avalar que su madre tomó talidomida durante su gestación. El fármaco se suminstraba a las embarazadas para evitar náuseas y vómitos entre los años 1957 y 1961, año este último en el que se retiró del mercado farmacéutico en toda Europa, excepto en España, donde siguió suministrándose hasta 1965.

    Aún habiendo sido excluido siguió adelante con su lucha, en solitario, y con la idea de poder reclamar la reapertura del caso. Y es que, el 5 de agosto de 2010 se regulaba el procedimiento de concesión de las ayudas a los afectados por la talidomida en España durante los años comprendidos entre 1960 y 1965. Unas ayudas económicas que oscilaban entre los 30.000 y 100.000 euros y que se gestionaban a través del Imserso.  Una indemnización que tampoco nunca llegó a Guadamillas ni a su familia.  
    
    Ahora, sesenta años después, 180 afectados acuden a los tribunales reclamando al laboratorio alemán 204 millones de euros. Entre ellos ya no se encuentra Faustino Guadamillas. Su historia de superación y lucha siempre quedará entre los que le conocieron y hoy la recordamos en TOLEDONEWS.