NINGUNA CRISIS JUSTIFICA LA MUERTE DE UN NIÑO POR CAUSAS EVITABLES
José Florencio Moreno. |
UNICEF
y todos celebramos estos logros, principalmente por lo que supone cada una de
las vidas salvadas, pero, también, porque demuestran algo mucho más profundo:
que es posible disminuir radicalmente la mortalidad infantil con intervenciones
simples y asequibles. En tiempos de crisis, también se puede avanzar.
Debe
ser una alegría compartida, porque todos y cada uno de nosotros tenemos algo
que ver en esto. Sea a través de acciones puntuales y aportaciones privadas o
sea a través de la Cooperación con mayúsculas de nuestro país.
Cooperar para contribuir al esfuerzo de todas aquellas poblaciones que afrontan las consecuencias de la desigualdad tiene resultados reales, salva vidas, garantiza derechos. Y es una lucha que no podemos abandonar, ninguna crisis justifica la muerte de un solo niño por causas evitables. Los niños no son responsables de no tener, ni en su casa, ni en su entorno, la más mínima opción de salir adelante.
Cooperar para contribuir al esfuerzo de todas aquellas poblaciones que afrontan las consecuencias de la desigualdad tiene resultados reales, salva vidas, garantiza derechos. Y es una lucha que no podemos abandonar, ninguna crisis justifica la muerte de un solo niño por causas evitables. Los niños no son responsables de no tener, ni en su casa, ni en su entorno, la más mínima opción de salir adelante.
El
trabajo en desarrollo en general y el que se hace a través de la cooperación
internacional, podrá tener luces y sombras, como casi todo en la vida, pero ha
sido crucial para conseguir enormes avances.
España,
las personas, las administraciones públicas, y todo tipo de entidades privadas,
han venido asumiendo la responsabilidad en este esfuerzo. Su contribución
generosa y comprometida ha dejado patente el espíritu solidario de nuestro
país, la identificación con la causa de la infancia y la confianza en la
Cooperación como cauce válido para expresar la solidaridad.
En el aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño, todavía queda un largo camino por recorrer, y en todos los ámbitos, pero es el derecho a la supervivencia y desarrollo el que plantea una necesidad más urgente de sumar apoyos, porque se trata de conseguir que millones de niños puedan seguir viviendo.
Cada
día mueren 19.000 niños por causas que podemos evitar, como un sarampión, la
malaria, la neumonía –primera causa de mortalidad infantil- o enfermedades
diarreicas. Detrás de estas muertes se esconde, como profundo origen, la
pobreza en la que viven millones de familias. Son niños que no sobreviven
porque no tienen agua potable, o si la tienen, no saben que lavándose las manos
pueden evitar contraer enfermedades mortales. No sobreviven porque no tienen
medicinas, o profesionales sanitarios que les atiendan, o educadores que les formen
en hábitos que pueden salvar sus vidas, o una vacuna, una mosquitera, una ley
que les proteja de abusos que pueden perjudicar su salud…es un largo etcétera
en el que se incluye la nutrición.
Es
objetivo de UNICEF seguir trabajando de forma integral en todas las áreas que
intervienen en la supervivencia y el desarrollo infantil para que, algún día,
ningún niño muera por causas que son evitables. Hay soluciones, se están
aplicando, demuestran resultados en vidas salvadas y en niños que tienen una
oportunidad. Y no debemos olvidar que con el progreso de la infancia, avanzan
comunidades enteras y países. Si los niños crecen con capacidad para
desarrollar sus aptitudes, se convertirán en adultos capaces de apostar por el
desarrollo de sus aldeas, ciudades y países.
Ninguna
crisis puede justificar dar la espalda a esta realidad, máxime cuando tenemos
la oportunidad histórica de lograr que ni un niño más muera por causas que
podemos impedir. Sabemos cómo hacerlo, que la inversión es mínima y que los
logros son espectaculares.
José Florencio Moreno
Domínguez
Presidente UNICEF Comité
Castilla-La Mancha
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