Eficiencia, diversidad y calidad: 20 años de autonomía educativa
👉Artículo del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, con motivo del 20 aniversario desde que se asumieron las competencias en materia de Educación
Desde
siempre he pensado que quien se dedica a la política debe vivir la
calle, debe escuchar, mirar, andar e incluso oler las calles. Es la
mejor manera de oír a las personas, ver las dificultades, tropezar
con los obstáculos y respirar las limitaciones y necesidades de un
lugar y de sus gentes. Este es el principio de nuestras políticas:
la cercanía.
En
enero del año 2000 entró en vigor el traspaso de transferencias
educativas. Lo que para los más conservadores supuso una ruptura del
territorio, para otras y otros supuso la posibilidad de hacer una
política educativa más cercana. Nuestra comunidad, como otras
hicieron un poco antes, pasó a asumir las competencias en Educación.
Esta
asunción de competencias supone la cercanía del Estado al pueblo.
Tras veinte años hemos consolidado este modelo de participación y
de implicación de la comunidad educativa, convirtiendo la educación
en un sistema vertical y más democrático. Esta cercanía de los
representantes políticos de la Educación hacia el pueblo supone
también el avance en otros aspectos más técnicos y menos visibles
pero que significan un trenzado total entre ciudadanía, sociedad y
políticas educativas. La planificación educativa se adapta al
territorio, por ejemplo, localizando las necesidades de una comarca y
proponiendo estudios que sirvan para su desarrollo, también un
control de ayudas más inmediatas a los centros educativos y al
alumnado, o solucionando los problemas más rápidamente; se adapta a
su gestión desde el conocimiento de los recursos, por ejemplo, la
distribución del profesorado a sus centros más próximos,
motivándolos e implicándolos en sus localidades; y se adapta,
también, a los rasgos diferenciales de una población, por ejemplo,
con programas innovadores y otorgando a los centros capacidad
normativa y de decisión.
Gracias
a todo ello hay una mayor supervisión de la actividad y se corrigen
desigualdades y desequilibrios del sistema educativo, es decir, se
busca y se consigue, en la mayoría de los casos, la eficiencia. Un
concepto este último que definiría lo que ha supuesto el traspaso
de las competencias educativas a las autonomías. El Estado da y las
comunidades autónomas distribuyen según sus necesidades. ¿Quiénes
mejor que Castilla-La Mancha y los castellano-manchegos conocen esas
necesidades?
Esto
no quiere decir que España tenga diecisiete sistemas educativos, en
absoluto. España tiene un único sistema educativo con variantes que
se adaptan a la población que vive en ellas. No son sistemas
educativos aislados. El Estado permanece ahí, protegiendo e
inspeccionando para que todos nos encontremos en el mismo espacio
educativo a pesar de que no estemos en el mismo lugar. Las variantes
autonómicas son las que crean el sistema educativo español.
Este
es un sistema más transparente, dinámico, de intercambio, eficaz y
eficiente que busca el objetivo de una mayor calidad educativa.
Eficiencia, diversidad, igualdad, calidad, entre otras, son las
virtudes que, desde hace veinte años y gracias a la
descentralización educativa, potenciamos y celebramos en Castilla-La
Mancha.
Emiliano
García-Page,
Presidente
de Castilla-La Mancha
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