Vivir la vida, a pesar de los obstáculos
➤Artículo del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, con motivo de la celebración, el 26 de octubre, del Día Nacional del Daño Cerebral Adquirido
Hace
11 años el Consejo de Ministros determinó al 26 de octubre como el
Día del Daño Nacional Cerebral Adquirido (DCA), una efeméride en
la que el movimiento asociativo organizado en torno a la Federación
Española de Daño Cerebral (FEDACE), la Asociación de Daño
Cerebral Sobrevenido (ADACE-CLM) y la Fundación Tutelar de Daño
Cerebral Sobrevenido de Castilla-La Mancha (FUNDACE CLM) nos
recuerdan la relevancia de los problemas humanos, familiares y
sociales de las personas afectadas por daño cerebral sobrevenido.
Como
en anteriores ocasiones, el lema elegido que inspira este día es
“Una vida salvada, merece ser vivida” y se conmemora con la
celebración de múltiples actividades por toda la región, en un
esfuerzo por visibilizar esta afección que, provocada por ictus en
cerca de un 80 por ciento de casos, afecta a 420.000 personas en
España y a alrededor de 20.000 en Castilla-La Mancha.
El
aumento de la esperanza de vida es un logro maravilloso de nuestra
sociedad y es fruto de múltiples aspectos, como la capacidad
creciente de nuestra sanidad para salvar vidas, la mejora de
alimentación, la introducción de hábitos de vida saludables, la
práctica generalizada del deporte -no sólo en las personas jóvenes,
sino también en las personas de edad avanzada-, la prevención y la
atención a las situaciones de dependencia, sin duda logros el Estado
del Bienestar.
Todo
esto ha provocado que, en las últimas décadas, hayamos observado un
impresionante crecimiento de la esperanza de vida, pasando de los 76
años en 1980 a superar en estos momentos los 83 años. Sin embargo,
las enfermedades cerebrovasculares son la primera causa de mortalidad
en las mujeres y la segunda en hombres, siendo además la principal
causa de discapacidad y la segunda causa de demencia en el adulto.
Sobre el ictus sabemos que más del 63 por ciento de las personas
afectadas tienen 65 o más años, principalmente mujeres.
En
relación con el DCA hay un momento clave; el momento en el que,
superada la crisis inicial, en la que la vida ya está a salvo, se
descubren las secuelas del daño cerebral. Secuelas que, en muchos
casos, afectan a la autonomía de las personas, a cómo se relacionan
con su vida cotidiana, con su empleo, estudios, familia, aficiones,
etcétera. Por ello, la detección precoz, y la atención
especializada y temprana son esenciales, junto con los tratamientos
rehabilitadores una vez superada la fase hospitalaria.
Otra
cuestión que debemos tener muy presente es que el DCA afecta
directamente a quien lo padece, pero además, afecta a toda la
familia, a sus cuidadores no formales, a la propia estructura
familiar creando, en ocasiones, situaciones extremadamente complejas.
El
Día Nacional del Daño Cerebral Adquirido nos debe hacer
reflexionar, como personas, de la necesidad de la prevención, de
fomentar los hábitos saludables y evitar aquellos que pueden poner
en riesgo nuestra salud; pero como sociedad, tenemos que poner en
valor el trabajo de las y los profesionales y de las entidades que
participan en todo el proceso en torno a esta cuestión, desde el
personal sanitario a los cuidadores, formales o no, y, desde luego,
reconocer que Castilla-La Mancha goza de importantes recursos y
herramientas para apoyar a estas personas y a sus familias en la
tarea de continuar viviendo sus vidas con intensidad y disfrutando
del mayor bienestar posible.
Emiliano
García-Page,
presidente
de Castilla-La Mancha.
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