"Adiós Marcial, adiós"
Marcial Marín. |
. Carta de un maestro de escuela, Félix Mata Marfil, al ya casi ex consejero de Educación de CLM, Marcial Marín
Los
votos han decidido que el ciclo de don Marcial Marín al frente de la
Consejería de Educación haya terminado.
Tras
él queda una herencia que costará años en volver a recuperar. Esta
herencia, a modo de recuerdo, consiste: subida de las tasa académicas
en la Universidad, que ha provocado que haya un 13% menos de alumnos
en tres años; disminución de las becas de estudio, transporte y
comedor; aumento de la ratio de alumnos por aula; una media de 300
euros mensuales menos en la nómina del profesorado; supresión de
rutas de transporte y escuelas rurales; 7.000 profesores/as
despedidos; más de 3.000 alumnos diarios sin atender porque no se
sustituía las bajas del profesorado antes de 20 días; intento de
generalizar una enseñanza bilingüe que ha sido que ha sido una
‘chapuza’̋, sin el profesorado necesario, ni la formación
adecuada y sin medios económicos; eliminación de la gratuidad de
libros de texto; aumento del horario lectivo; supresión de la
reducción horaria al profesorado mayor de 55 años; eliminación de
desdobles y refuerzos para atender a los alumnos con problemas de
aprendizaje; etc. etc. etc.…; y, en definitiva, recorte en todo lo
conseguido en igualdad de oportunidades a través de la educación.
Todo
esto ha sido su política en estos cuatro años en lo referente a la
Escuela Pública. En lo que cabe a la Enseñanza Concertada y Privada
religiosa, su respeto y consideración han sido exquisitos y
beneficiosos para ambas (ninguno de estos problemas les ha afectado).
Y
como colofón de sugestión, le restaura a la comunidad educativa el
Día del Maestro, reponiendo la festividad de San José de Calasanz
(27 de noviembre), cuando en esta Comunidad llevamos celebrando más
de 25 años el Día de la Enseñanza, sin connotaciones religiosas y
sólo educativas. De golpe nos hace usted retroceder a esa época
negra y oscura de sotana, alzacuello y sin libertades, conocida como
‘Franquismo’. Se ve que “donde hubo, siempre queda”.
Ésta
es su herencia señor Marín, así que ¡Vaya usted con Díos!, que
pocos le van a recordar.
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