Guardias civiles dando vueltas a las cárceles y vigilantes en las garitas, así es la contratación privada del Ministerio de Interior
Centro penitenciario de Alcázar de San Juan (Ciudad Real). |
. Así es el nuevo modelo, real, de Segurdad Privada que ya se aplica en centros penitenciarios como el del Alcázar de San Juan (Ciudad Real)
La contratación de seguridad privada para la vigilancia perimetral de los centros penitenciarios españoles, que hasta ahora se había implantado en 21 cárceles como experiencia piloto en una primera fase, ha comenzado a extenderse ya en las 68 prisiones que dependen de la Administración del Estado.
En
concreto, la vigilancia del perímetro de las cárceles implica el
control de los vallados y muros exteriores, la supervisión de
las cámaras de seguridad y la comprobación de los
accesos reservados a familiares, entre otras funciones. Así es como lo cuentan en el Ministerio del Interior; sin embargo, la realidad es bien distinta.
De esta forma, y según ha podido saber TOLEDONEWS, los "guardias" o "agentes" privados han sido apostados en las garitas y accesos a las cárceles, mientras los guardias civiles siguen vigilando el perímetro patrullando por parejas y dando vueltas y más vueltas por el exterior de las cárceles. Una situación que se vive ya, por ejemplo, en el centro penitenciario de Alcázar de San Juan (Ciudad Real).
Durante las ocho horas de su jornada laboral los guardias civiles únicamente se dedican a dar vueltas, en vehículo, alrededor de la cárcel mientras los vigilantes privados -con jornadas laborales de doce horas- ocupan los puestos que hasta ahora estaban reservados a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Ocho horas que se hacen "interminables" y que dan para hacerse también muchas preguntas.
Un modelo a todas luces "incomprensible" y lo que aún es más preocupante, "insostenible". Tanto es así que aún no se conoce el coste que supondrá esta nueva Ley de Seguridad Privada, aprobada definitivamente en el Congreso en el mes de marzo. Además, desde el departamento de Jorge Fernández Diaz se explica que la vigilancia privada servirá de apoyo a a las labores de la Benemérita, aunque en este caso concreto que ha conocido TOLEDONEWS parece todo lo contrario.
Y a esta duda se une la preocupación por el futuro de los guardias civiles que siguen vigilando el perímetro de las cárceles. De entrada, no parece lógico que los mantengan únicamente "dando vueltas y vueltas" a los centros o a los cuarteles, según el caso; por lo que, temen una posible reestructuración o traslados de destino.
Enlace relacionado:
No hay comentarios