LA HISTORIA COMO ANTÍDOTO
Por Rafael Casero
El Primer Ministro británico,
David Cameron, pretende que los escolares de Reino Unido deban aprender, a
partir del próximo curso, 200 hitos de la historia de su país. La propuesta,
que quizá podría ser concebida como la imposición de una especie de suplicio
para los que tienen que memorizar los hechos que han ido forjando a uno de los
países más influyentes del escenario internacional, tiene como objetivo que las
futuras generaciones no olviden de dónde vienen para que así puedan orientarse
mejor a la hora de afrontar su camino colectivo como país.
Todos
conocemos la famosa frase de <<la ignorancia es atrevida>>, que se
atribuye a Domingo Faustino Sarmiento, y
que viene a decirnos algo así como que, generalmente, el que más ignora sobre
un determinado asunto es el que emite sobre el mismo los juicios más
descabellados y faltos de cuidado. De entre las muchas citas que hacen
referencia a la falta de conocimiento, me gusta una que se atribuye a Sócrates,
y que viene a sentenciar que <<sólo hay un bien, el conocimiento; sólo
hay un mal, la ignorancia>>.
Me
he referido a la ignorancia porque es ésta la fuente de muchos de los problemas
políticos que hoy tenemos en nuestro país, sobre todo aquellos que tienen que
ver con las valleinclanescas
deformaciones de la Historia, cuando no nos encontramos ante la creación de una
paralela que no se compadece en absoluto con la realidad. Problemas políticos,
si, porque es allí, en las ensoñaciones de muchos de ellos dónde reside el
germen que termina por enfrentar a los ciudadanos de a pie. Y es ahí donde el
conocimiento de la historia puede operar como un eficaz antídoto frente a los
que quieren bucear en la ignorancia de la gente con intereses más o menos particulares.
Es
cierto que la historia desnuda es muy difícil de hallar, pues siempre el que
nos la cuenta aporta su punto de subjetividad (que por otra parte define a lo
que es el ser humano, pura subjetividad). Pero, aun aderezada de la óptica
personal, no resulta muy difícil extraer los hechos de manera objetiva cuando
nos aventuramos a su conocimiento; por ejemplo, para unos historiadores la
invasión napoleónica suponía la entrada en España del pensamiento libre y de la
ilustración, mientras para otros una pretensión intolerable de someter a
nuestro país…Lo que está claro y es indubitado es que Francia invadió España
hace poco más de doscientos años. Por eso me parece buena la iniciativa de
Cameron, y por ello considero muy positivo que algo similar pudiese implantarse
en nuestro país. No se trataría de reescribir la historia o de darle el matiz
de derechas o izquierdas que parece ser imposible evitar en España. Se trata
simplemente de poner blanco sobre negro con la frialdad de los hechos, y que
después cada uno extraiga sus propias conclusiones.
Quizá
de éste modo se evitaría el que mucha gente pensara que Cataluña llegó a ser
independiente en el pasado, o que se quisiera retirar un escudo de los Reyes
Católicos por considerarlo franquista. Quizá se pusiera de relieve la
importancia y grandeza de nuestra cultura sin obviar que – como todos los
países- hemos tenido páginas negras. En definitiva, quizá el enseñar a los
escolares quien fue Viriato, por qué uno cruza el Atlántico y se habla español
o de dónde proviene nuestra unidad territorial, nos ayude a sacudirnos los
tremendos complejos con los que hemos crecido las personas que ahora tenemos
treinta años, y que han provocado que
los españoles nos sigamos preguntando quiénes somos, adónde vamos y de dónde
venimos.
(Ver biografía 07/11/12 en Elecciones Estadounidenses: nuevo mandato, mismo objetivo)
(Ver biografía 07/11/12 en Elecciones Estadounidenses: nuevo mandato, mismo objetivo)
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